Menudo festejo regional

abril 13, 2007

    Se celebra hoy en Murcia el concurso del «Lanzamiento de huesos de oliva». Sí…lo sé…El nombre deja mucho que desear, pero al menos, con este nombre el concurso queda definido a la perfección.

    De todas formas, por si algún lector desea una explicación más detallada, expondré en estas líneas en qué consiste y cómo y dónde se celebra.   

    Como bien se dice en los periódicos -sí, la noticia hasta ha ocupado páginas de más de un periódico- es un «deporte» en el que puede participar cualquier persona -sin discriminación alguna-. Eso sí, se tendrán que abstener aquellos que no sepan escupir.   

    Esta actividad consiste en escupir huesos de oliva -y para eso el participante se tiene que haber comido las olivas previamente- con el objetivo de que éste caiga al suelo lo más lejos posible del «lanzador».    

    El “lanzamiento” se lleva a cabo en espacios amplios donde los huesos puedan caer libremente. En este caso han escogido como lugar idóneo el centro de la ciudad, enfrente de la catedral, la cual es visitada por cientos de turistas, o sea que los extranjeros que vayan hoy a verla se chocarán obligatoriamente con el famoso evento sobre el que escribo. Sí señor, una buena forma de embellecer la ciudad.   

    Además en el suelo se marcan -con pintura creo- unos treinta o cuarenta metros -no sabía yo que los huesos de oliva alcanzaran esa distancia-.    

    Todo esto se podría resumir en lo siguiente: esta actividad consiste en escupir huesos al suelo hasta saturarlo, y gana el que los lanza más lejos.   

    Ha acudido al concurso el alcalde, Miguel Ángel Cámara, que con mucho orgullo y vigorosamente ha arrojado su hueso –si este personaje no se merecía respeto alguno, ahora se merece menos-.   

    Pero bueno, pasatiempos más raros he visto. Vale, miento.

    A continuación adjunto algunos recortes de periódicos que me han llamado la atención y que consiguen (inintencionadamente) aumentar el carácter burlesco de la actividad en cuestión.

>En el diario 20Minutos:

    ‘Hueso dela Paz’   

    Como novedad, en esta edición habrá un concurso previo al oficial denominado el ‘Hueso de
la Paz’, en el que participarán políticos de
todos los partidos, deportistas y periodistas.    

    «Hasta hemos invitado a Zapatero, Rajoy y al Rey Juan Carlos», asegura José María Martínez, presidente de
la Asociación Amigos de las Oliveras. 
   

    A los tres personajes públicos ganadores se les entregará los habituales huesos de oro, plata y bronce para promocionar el «carácter festivo y de fraternidad» de este concurso original de Cieza que el pasado 25 de agosto se realizó en el Central Park de Nueva York. 

    «Queremos que se convierta en un día en el que por unas horas, sobre todo los políticos, dejen al margen sus enfrentamientos y se rían de sí mismos lanzando un hueso de oliva», explica Francisco Sánchez, presidente del Consejo Local de
la Juventud.
 

>En La Verdad:        El presidente de la Asociación Amigos de la Olivera trabaja en la actualidad por conseguir para la fiesta, que se celebra desde 1998 en agosto en Cieza, la calificación de Interés Turístico, así como el reconocimiento como deporte olímpico.   

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ILUSIÓN. Los representantes del concurso con el cartel. / JUAN LEAL

El instituto

abril 13, 2007

    Es una época especial la de estudiante. En esta ocasión me refiero al estudiante de instituto. Estás rodeado de gente que, ya sea consciente o inconscientemente, te ayuda a crear tu forma de ser. Es magnífico poder llevar a cabo junto a otros tan eminente y ardua tarea.     Por un lado están las personas con las que compartes techo, y por otro, la gente perteneciente al ámbito estudiantil. 

    Poco hay que decir de lo referente al primer grupo, así que me centraré en el segundo.     Como ya es sabido, está constituido por amigos y profesores, que incluso se pueden unir para dar lugar a amigos-profesores  -casos insólitos pero existentes- . Los amigos forman el principal apoyo en esta limitada época, pero existe otro pilar independiente formado por los encargados de la docencia, cuya actividad -junto con las necesarias aportaciones de los alumnos- marca potentemente la futura actitud de éstos ante la vida, ante lo que está por acaecernos. 

    Fascinantes seres los profesores.      Personalmente considero una magnificencia absoluta el tener la posibilidad de conocer a personas –aparentemente- interesantes, con las que vas a hablar, que tienen algo que decirte y cuyo objetivo, al menos teóricamente, es enseñarte sobre lo que no sabes, esto es, fortalecerte culturalmente y prepararte para la admirada aunque envilecida vida por la que estás destinado a pasar. 

    En un principio es asombrosa la avidez por aprender por parte de los pequeños seres humanos inexpertos denominados comúnmente “alumnos”. Pero, al transcurrir un tiempo, acaban por percatarse de que la única finalidad de la mayoría de los engrandecidos docentes es ser capaces de subsistir ellos mismos a la estropeada vida de la forma más llevadera posible, evitando los problemas y esforzándose lo estrictamente necesario.     Es la actitud del profesor frente a los alumnos junto con la disposición de éstos a aprender, la culpable parcialmente de la postura que decidan adoptar ante el mundo. 

    Por lo tanto: Señores docentes, tómense su oficio en serio. Y agradecería que los muchos incompetentes que actualmente desempeñan este cargo renunciaran a él -que no sería indigno, ni mucho menos, sino valiente y solidario por su parte-. 

La Navidad

abril 13, 2007

    En Navidad nos invade el espíritu navideño, pero claro, ¿qué espíritu es ese? En esta época de ¿amor? y ¿felicidad? las masas no cesan de hacer publicidad de la Navidad y de la enredosa (pero no provechosa) parafernalia que le es incrustada.   

    Mucha de la gente (que entienda la Navidad como una época digna de distinción) a la que le sea formulada la pregunta anterior, respondería que este espíritu es el que se ve reflejado en la bondad y la felicidad que desprendemos en estas fechas. ¿Cómo? ¿Alguien ha visto a un pobre vagabundo feliz en Navidad? ¿Alguien, por ser Navidad, le ha dado cinco euros  al mismo de antes, para que se compre simplemente un par de tabletas de Suchard?    

    Dejando a un lado este tópico de la felicidad en estas fechas, sería interesante abordar el tema de las diferencias sociales habidas entre los días de Navidad y los del resto del año:  

    Emmmmm…………………………………………………………………………….  

    La verdad es que no, no se me ocurre ninguna. Veamos, la gente no irradia felicidad, en todo caso, indiferencia (o incluso se ve afectada por alguna enfermedad). ¿Se respira aire de fiesta? Vale, puede ser, pero también sucede esto todos los viernes, sábados y aún los domingos durante el resto del año. Es más, el resultado obtenido es idéntico: merluzos y paletos atontados totalmente ebrios que se arrastran (o son arrastrados) por el suelo torpemente cual elefantes sin extremidades.       

    Sólo cabe reseñar la excesiva ingestión de dulces varios y la penosa programación que tenemos que padecer en estos días. Además, tras la Navidad, colmada de placeres diversos, comida y alegría (según el mundo, al que no entiendo), ¿qué es lo resultante? Normalmente suele ser una desastrosa caída en picado de la economía familiar, un horrible y más que notable ascenso en la cifra que, violentamente, muestra nuestra báscula y, por último, el arrepentimiento de un sinnúmero de cosas sucedidas a lo largo de ésta preciada época.      

    Es comprobable que la Navidad no es como se vende (tristemente), pero como a la mente y a la personalidad humana le es dificultoso adecuarse a los cambios (en general), se tendrá que seguir vendiendo igual, con esos anuncios rebosantes de luz y bondad en los que las palabras (y las cosas) dulces son las que mandan y queda olvidada la existencia de un mundo real que tenemos derecho (incluso me atrevería a decir “deber”) a sufrir todos. 

La benévola descripción de Espe

marzo 23, 2007

                     la-momia-esperanza.jpg

     Al final, tras muchas deliberaciones, he decidido estrenar la categoría “Análisis fotográficos” con esta  imagen –ya sé que puede resultar perniciosa para la vista, no es necesario que la estén mirando todo el rato-.

 

     Ahora sí, comenzaré con la profunda descripción de la protagonista de la foto:

 

     En un principio, poco se puede decir de ella, pero si nos paramos a observarla detenidamente nos percataremos de un gran número de detalles que nos van a ayudar a definirla.

 

     1º- La sonrisa. Se puede deber a un sinnúmero de cosas.

 

     ¿Estará contenta? ¿Querrá “hacer como que está contenta”? ¿Creerá que sonriendo saldrá mejor en la foto? ¿Querrá aparentar seguridad en sí misma? ¿Será una mujer segura? ¿Será una mujer feliz?

 

     De momento no tengo datos suficientes para considerar una u otra opción como causa verdadera, pero en el siguiente apartado quedará claro que todas son posibles exceptuando las dos últimas.

 

     2º- La mirada. Tiene una mirada mohína –muy forzada, por cierto- con la que parece querer decir: “Soy inofensiva y más obediente, buena y responsable que ZP”. Sin embargo, si tenemos en cuenta sonrisa y mirada al mismo tiempo, lo único que consigue trasmitir es: “Por más que lo intento soy incapaz de lucirme con los discursos que me escriben, así que créete lo que dice mi mirada –aunque ambos sepamos que no es cierto-, por favor, necesito votos, y muchos.”

 

     3º- Las vestiduras. No tengo nada que comentar al respecto, no logro apreciar en ellas nada que complete su descripción. Es una política, no una modelo ni una famosa actriz –aunque no estoy yo muy segura de lo último-.

 

     4º- Y en último lugar, el fondo –cuidadosamente escogido- que respalda: una bandera de España y otra que, lamentablemente, desconozco. Debido a mi incultura banderil me centraré en la española. En principio no hay nada malo en eso, pero si consideramos junto con “esto” la sonrisa y la mirada –anteriormente mencionadas- la dificultosa descripción queda completa.

 

 

    

     Descripción final:

     En la fotografía aparece una mujer completamente insegura de sí misma, con importantes dificultades para expresarse, un tanto hipócrita y patrañera y, cómo no, intensa e inmensamente española, amante y defensora de su patria –que queda perfectamente demostrado ya sea  mintiendo, injuriando y desacreditando a otras personas u ondeando la bandera española vigorosamente-.  

Al transeúnte

marzo 21, 2007

    Hoy me estreno, hoy doy comienzo a mi pequeño espacio en la red. Ha sido duro, pero lo he conseguido. Intentaré aprovechar al máximo este espacio que se me proporciona escribiendo sobre todo tipo de temas (todos los que me vengan a la cabeza), que espero sean del agrado del lector. Hasta más ver.

M. Astarloa